Rafael es conocido como «el ángel sanador».
Aprende a invocar al Arcángel Rafael para temas de salud
Los 7 arcángeles más poderosos e iluminados del reino divino tienen una misión especial para poder ayudarte, dependiendo de la situación en la vida que lo necesites, ya sea problemas económicos, mal de amores, angustias, protección o pedir por la salud física o mental.
El arcángel Rafael es el indicado para este último tema. Es conocido como «el ángel sanador» Pues, según los textos religiosos, Dios depositó su confianza en él para curar a las personas que más lo necesitan.
Así que si necesitas ayuda con cualquier enfermedad, dolencia, problema físico, mental o espiritual, es a él a quien puedes llamar.
Ritual para invocar al Arcángel Rafael por la salud:
cada arcángel es asociado a un color especial, que favorece su atención a tu petición. El que corresponde a Rafael es el verde, así que cuando quieras invocarlo, inclúyelo en tus oraciones. una vela verde o ponte algo verde.
Escribe en una hoja de papel la dolencia, enfermedad o afección que necesitas curar o eliminar de tu cuerpo, así como aquello que te angustia, preocupa o afecta a nivel emocional; luego enróllalo en forma de pergamino.
Quema el papel con la llama del verde mientras piensas en el arcángel Rafael. incluir una frase y si no sabes cuál, puedes elegir la que corresponde a este ser divino:
«Oh santísimo arcángel San Rafael, patrono de la salud y la curación, hoy invoco tu presencia y tu poder para que me cures con el don que Dios te dio para el servicio de sus hijos; ayúdame a superar este problema que me ha causado tanta angustia y que no me permite llevar una vida normal.
Me dirijo a ti, misericordioso San Rafael Arcángel, porque sé que nunca abandonas a los que están afligidos por una enfermedad o dolencia física o emocional, y te imploro con todas las fuerzas de mi alma que me des ayuda divina en mi actual necesidad: ( Menciona lo que quieres sanar)
Líbrame, arcángel Rafael, de este mal que me ata y oprime mi cuerpo, si es la voluntad de Dios, o concédeme la fuerza para poder soportarlo con gran paciencia, por si necesito ofrecerlo por todos mis pecados y por la salvación de mi alma. Lleva a todos los pueblos que habitan la tierra la manifestación de la Salud Divina, aquí, ahora y siempre. Amén».
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