Cristales y piedras para los rituales mágicos

La ciencia ha confirmado ahora lo que la humanidad sabía desde hace siglos: los cristales son objetos importantes y únicos. Su estructura refleja la infinita diversidad de la naturaleza.

Los cristales se utilizan en muchos dispositivos modernos, como radios y ordenadores, debido a su estructura. Los cristales de cuarzo, por ejemplo, son prismas de seis caras.

Si se rompe un cristal de cuarzo, un cristal puro siempre se romperá siguiendo las mismas líneas, dando lugar a prismas de seis caras de nuevo construidos de la misma manera que el cristal original.

Pero los patrones de los cristales y las formaciones cristalinas no pueden ser explicados sólo por la ciencia.

La ciencia tampoco nos dice por qué la gente encuentra los cristales tan fascinantes y por qué son tan hermosos.

Los cristales y las piedras en la magia

Los cristales absorben y transmiten energía, por lo que se utilizan tanto en dispositivos técnicos como en la magia. Hay muchos cristales diferentes en la naturaleza, desde el ordinario cristal de cuarzo hasta el caro y raro diamante. Algunos principiantes creen que un cristal caro es más adecuado que uno barato para cargar y utilizar la energía.

Pero esto no es cierto: que sea caro o barato no importa para este propósito. El tamaño del cristal tampoco juega un papel tan importante al final, ya que las energías recogidas sólo pueden utilizarse hasta una determinada cantidad.

Más importante es la forma de limpiar y cargar el cristal, así como tu propia intuición.

Además, nunca dudes de la influencia del destino: si un cristal cae en tus manos durante tus viajes, aunque no lo estés buscando o lo recibas como regalo, entonces ese cristal es algo que debes tener. Un cristal así es más valioso que cualquiera que se pueda comprar en una tienda.

La afinación con un cristal es un proceso sencillo que no requiere formación. Siéntelo y examínalo con la mente y el corazón.

Explóralo con tus manos, prestando atención a tus emociones y a la energía que irradia el cristal. Repite esto en diferentes días y observa qué sensaciones recoges del cristal.

Después de comprender el funcionamiento interno del cristal, estás preparado para limpiarlo de energía impura y cargarlo para su uso.

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Purificación de un cristal de su energía

Limpiar un cristal de energía es un proceso más bien técnico, aunque una de las mejores formas de hacerlo es también la más sencilla.

Al exponer el cristal a cada uno de los cuatro elementos sucesivamente, lo liberas de la energía ambiental que ha absorbido y puedes cargarlo con tu propia energía pura para utilizarla en la curación.

Para purificar el cristal con el aire, colócalo en un lugar abierto y ventilado frente al sol naciente y déjalo allí durante tres días.

También puedes quemar incienso junto al cristal para quemar las impurezas que ha recogido. Para purificarlo con agua, lávalo en un lago o arroyo claro y limpio. Si no hay ninguno cerca de ti, un cuenco de arcilla con agua pura será suficiente.

Mira hacia el oeste. Para purificar el cristal con el fuego, mira hacia el sur y pásalo por una llama abierta o una vela. A continuación, colóquelo al sol del mediodía. Para purificar el cristal con tierra, entiérralo en un caldero de tierra.

La carga de los cristales

Cargar un cristal también es una cuestión sencilla. Dirige tus pensamientos y energías positivas hacia el cristal. Imagina que lo llenas con tu energía curativa.

Si necesitas ayuda para concentrarte, inventa un canto para concentrar tus sentimientos positivos. Entonces su cristal está listo para curar y ayudar.