Introducción
Desde tiempos inmemoriales, los ángeles han sido una presencia divina y celestial en muchas religiones y culturas alrededor del mundo. Entre estos ángeles, los querubines se han convertido en un emblema icónico en la iconografía cristiana. Los querubines son representaciones de la elite celestial que ocupan un lugar especial en la jerarquía angélica. Ellos aparecen frecuentemente en la Biblia como guardianes del trono de Dios, protectores divinos y mensajeros del Creador. En este artículo exploraremos el simbolismo de los querubines en la iconografía cristiana.
Orígenes en la Biblia
El término «querubín» se deriva del hebreo «kerub», que significa «bendecido». Los querubines son una clase de ángel mencionados en la Biblia en diversos pasajes, pero su figura completa es descrita en el libro del Éxodo y del Ezequiel, donde se describe el arca de la alianza y la visión de Ezequiel del trono de Dios en el cielo. Los querubines son descritos como seres alados, luminosos y dotados de poder, que protegen y custodian la presencia divina. En ambos pasajes, los querubines tienen la tarea de proteger la santidad de los objetos sagrados y los cielos en el que reside Dios.
Simbolismo en la Iconografía Cristiana
El simbolismo de los querubines es ampliamente interpretado en la iconografía cristiana. Los querubines se representan con alas, lo que los hace unos intermediarios perfectos entre Dios y los seres humanos. Sus alas representan la capacidad de elevarse por encima de las preocupaciones terrenales y de alcanzar una posición de elevación espiritual. Además, las alas de los querubines suelen estar decoradas con ojos, lo que simboliza la vigilancia y la capacidad de observar y proteger la gloria divina de Dios.
Los querubines también representan la jerarquía celestial. Entre los nueve coros de ángeles en la jerarquía celestiales, los querubines son los segundos más altos, inmediatamente debajo de los serafines. Siguiendo esta jerarquía, es común representar los querubines flanqueando la imagen de Dios o en los extremos de los altares de iglesia.
Finalmente, los querubines son una celebración de la inocencia. A menudo se representan como niños desnudos, protegiendo la pureza de la presencia divina en un estado de gracia. Esta inocencia es una representación de la humanidad en su estado original, antes de la caída. Al mostrarlos como niños, la iglesia celebra el don de la inocencia divina y la pureza que todos los creyentes esperan lograr.
La figura de los querubines en la iconografía cristiana es una representación icónica y simbólica de la celestialidad y la inocencia pura. Aparecen en la Biblia como guardianes sagrados y protectores divinos, y su imagen en la iconografía cristiana celebra su lugar en la jerarquía celestial y su capacidad para actuar como intermediarios entre Dios y los seres humanos. Los querubines representan la capacidad de elevarse por encima de las preocupaciones terrenales, la vigilancia en la protección y la inocencia divina que todos los creyentes esperan alcanzar. Con su presencia calmante y protectora, los querubines son una imagen icónica en la iconografía cristiana y alrededor del mundo.
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