Una buena noche de sueño puede renovar nuestra energía y prepararnos para un nuevo día.
No sólo permite que el cuerpo físico descanse, sino que todo el sistema emocional y energético puede recuperarse después de un día agotador.
Descansar es uno de los factores más esenciales para nuestra salud.
Pero, ¿qué ocurre cuando en lugar de descansar nuestro sueño se ve alterado?
Dificultad para conciliar el sueño, despertarse a menudo, despertarse con esa sensación de estar aún más cansado que cuando nos acostamos.
Pesadillas, malestar, miedo. Este es un escenario común y puede afectar a la salud de la persona, a su productividad y casi siempre indica que hay energías negativas que perjudican nuestro sueño.
Por lo tanto, conozca lo que es una guerra espiritual durante el sueño.
¿Qué es una guerra espiritual durante el sueño?
En una guerra espiritual durante el sueño, los espíritus de baja frecuencia manipulan situaciones, sensaciones y sueños para generar respuestas emocionales como el miedo, el sufrimiento y la ansiedad.
La explicación más común es que estos espíritus son enemigos del pasado, enviados por otros para vengarse o también pueden ser atraídos por nuestra propia energía cuando no tenemos emociones sanas y equilibradas.
También nos acosan durante el día, sin embargo, es durante el sueño que nos volvemos aún más susceptibles a estas acciones. Y son muchas las formas que estos espíritus encuentran para causar perturbaciones durante nuestro descanso.
También se utilizan mucho las inducciones negativas que alcanzan la autoestima y la confianza, y la persona se despierta al día siguiente ya sin energía, vencida por el desánimo y sin ganas de salir de la cama y comenzar el día.
Síntomas de la guerra espiritual durante el sueño
Como la personalidad de cada uno es la puerta de entrada a la guerra espiritual durante el sueño, los síntomas son obviamente diferentes de persona a persona. Sin embargo, hay algunos de estos síntomas que son muy comunes y pueden indicar que usted está enfrentando la guerra espiritual durante el sueño.
Parálisis del sueño
La parálisis del sueño por sí misma no es un síntoma, porque es una característica que demuestra que una persona tiene mayor capacidad de proyección astral. Incluso está vinculada a un mayor nivel de mediumnidad.
Sin embargo, lo que ocurre durante este proceso es que puede ser un indicador de que puede haber espíritus maliciosos alrededor. Escuchar voces agresivas, decir palabrotas, sentirse tirado, tocado, pinchado o incluso asfixiado puede ocurrir durante ese breve periodo en el que tu conciencia está dividida entre los mundos.
Este es un síntoma clásico de ataque espiritual. Al darse cuenta de estos síntomas podemos tener pesadillas que, aunque malas, no causan grandes emociones.
Hay veces que cuando el sueño es extremadamente real e intensamente emocional te despiertas y el dolor y la emoción no se van, el miedo y las lágrimas permanecen durante horas, a veces días. Cuando esto es así, ciertamente había alguien allí induciendo estas emociones e interfiriendo seriamente en nuestra psique.
Mojar la cama
Con el fin de humillar, los espíritus pueden lanzarnos a problemas de enuresis en la edad adulta. Se aprovechan de esta necesidad biológica y nos inducen la imagen del baño, haciéndonos creer que estamos en el baño. Cuando nos damos cuenta de que no lo estamos, ya es demasiado tarde y la cama está mojada.
La enuresis también es bastante común, ya que los sueños de contenido sexual suelen indicar la presencia de un obsesor.
Inquietud y falta de energía
Hay ocasiones en las que nuestro sueño puede verse perjudicado por las preocupaciones comunes de la rutina, pero cuando esto ocurre de forma recurrente, puede que estés experimentando ataques espirituales durante el sueño. Despertarse con dolores inexplicables, heridas o arañazos también son señales de que su descanso está siendo obstaculizado por intenciones maliciosas.
Es importante entender que si estás experimentando alguno de estos síntomas, es necesario excluir causas físicas como la depresión, por ejemplo. Acuda a un médico y compruebe su estado de salud. Si no se encuentra nada que justifique sus síntomas, es el momento de adoptar un enfoque espiritual
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