La meditación significa muchas cosas diferentes para muchas personas. Por ejemplo, para algunos significa simplemente relajación, para otros un camino único hacia el Ser.

En general, se considera un enfoque para entrenar la mente, de forma similar a como el fitness es un enfoque para entrenar el cuerpo. Si te gusta el deporte, seguro que sabes que cuando empiezas a ser disciplinado y consciente de tu propio cuerpo (necesidades, capacidades, límites), la propia práctica deja de ser tan agotadora, al igual que el esfuerzo deja de ser tan excesivo.

Con esto queremos decir que la meditación consiste en entrenar la conciencia y adquirir perspectiva. No estás intentando apagar tus pensamientos o sentimientos, ni tampoco convertirte en una persona diferente. Sólo estás aprendiendo a observarte a ti mismo o a tu entorno sin juzgarte y, eventualmente, puedes empezar a entender mejor tus pensamientos y sentimientos también.

En este sentido, la meditación consiste en cultivar la conciencia del momento presente y obtener los innumerables beneficios de ella. Sin embargo, hay que tener en cuenta que su finalidad no es conseguir beneficios, ni siquiera relajarse (deberías verlos como resultado). Para decirlo con otras palabras, el objetivo de la meditación no es realmente un objetivo. Es simplemente estar presente. Pero, ¿qué significa esto realmente?

Lo que ves, oyes, sientes y piensas ahora: ¿por qué practicar la meditación?


La gente suele empezar a meditar con algún tipo de motivación: ralentizar el ritmo cotidiano, vaciar la mente de las presiones diarias, centrarse en sanar el cuerpo y la mente, entender cuándo hay que dejar fluir las emociones y cuándo hay que reprimirlas. En fin, las motivaciones son innumerables, pero al final lo importante es que hay un camino que hay que «recorrer».

Con una práctica diaria consistente y aprendiendo a mantener la quietud mental o la conciencia del momento presente, la meditación puede promover cambios profundos.

Esta es la razón por la que meditar se asocia con las antiguas tradiciones de sabiduría: porque tiene un profundo impacto en la conciencia, que es otra palabra para la autoconciencia. La práctica constante desprende aspectos de tu psique que son inconscientes y están condicionados, y los hace conscientes.

Así que podríamos decir que la meta es el propio camino. O si lo prefieres, no hay meta en la meditación, es simplemente un camino (a nuestro entender, un camino hacia la empatía).

Tres formas principales de abordar la meditación y sus beneficios

Según la información que hemos recopilado, se dice que hay tres formas principales de acercarse a la meditación: la médica, la marcial y la espiritual.

El enfoque médico

El enfoque médico de la meditación incluye centrarse en la curación y el bienestar. Según algunos estudios, los meditadores viven más tiempo y sufren menos enfermedades degenerativas que las personas que no la practican.

En concreto, se ha estudiado que la meditación es una forma eficaz de tratar la presión arterial alta, el insomnio y el dolor crónico. Estos síntomas se tratan con la medicación adecuada, pero la meditación también los alivia.

Las enfermedades y los trastornos relacionados con el estrés también responden al efecto terapéutico de la meditación.

El enfoque marcial

El enfoque marcial está orientado a la mejora del rendimiento. Esto incluye pero no se limita a los deportes. Los artistas, los actores, los bailarines, los estudiantes, los empresarios, el gobierno y los vendedores también utilizan las técnicas de meditación para mejorar sus habilidades, para tener más energía, para aportar más perspicacia y creatividad en el trabajo.

El enfoque espiritual

Este enfoque ayuda a crear un equilibrio entre la mente, el corazón y el cuerpo, o si lo prefieres, el cuerpo y el alma. Trabajar en tus vibraciones espirituales es el camino para crear una vida mejor y más satisfactoria y también para entender mejor tu voz interior.

Tipos de meditación

No hay una «forma correcta» de meditar, lo que significa que puedes explorar los diferentes tipos hasta que encuentres uno que te funcione. También subrayamos que, dentro de cada tipo de meditación, hay varios subtipos. Los siguientes 7 ejemplos son algunas de las formas más conocidas de meditar:

Meditación de la bondad amorosa

El objetivo de la meditación de amor-bondad, también conocida como «meditación Metta», es cultivar una actitud de amor y bondad hacia todo – tus enemigos o fuentes de estrés.

Mientras respiran, los practicantes envían mensajes de bondad amorosa al mundo, a personas concretas o a sus seres queridos.

En este tipo de meditación, la clave está en repetir el mensaje muchas veces, hasta sentir la bondad amorosa. Puede ayudar a las personas afectadas por la ira, la frustración, el resentimiento y los conflictos interpersonales, y puede aumentar las emociones positivas. Se ha relacionado con la reducción de la depresión, la ansiedad y el estrés postraumático.

Meditación en el yoga

El kundalini yoga, por ejemplo, es una forma de meditación físicamente activa que combina movimientos con respiración profunda y mantras. La gente suele aprender de un profesor o hacer una clase. Sin embargo, se pueden aprender las posturas y los mantras en casa.

Al igual que otras formas de yoga, puede mejorar la fuerza física y reducir el dolor. También puede mejorar la salud mental al reducir la ansiedad y la depresión.

Meditación de atención plena

La atención plena es una forma de meditación que insta a los practicantes a permanecer conscientes y presentes en el momento.

En lugar de pensar en el pasado o temer el futuro, la atención plena fomenta la conciencia del entorno actual de la persona. Para ello, es fundamental no juzgar.

La mayoría de los tipos de meditación incluyen una forma de atención plena. La conciencia de la respiración anima a los practicantes a ser conscientes de su respiración, mientras que la relajación progresiva llama la atención sobre las zonas de tensión del cuerpo. También puedes probar el Mindful yoga.

Este tipo de meditación puede ayudar a:

Reducir la fijación de las emociones negativas;
Mejorar la concentración;
Mejorar la memoria;
Disminuir las reacciones impulsivas y emocionales;
Mejorar la satisfacción en las relaciones.

Meditación de conciencia de la respiración

La conciencia de la respiración es un tipo de meditación de atención plena que fomenta la respiración consciente.

Los practicantes respiran lenta y profundamente, contando sus respiraciones o centrándose en ellas. El objetivo es centrarse sólo en la respiración e ignorar otros pensamientos que entren en la mente.

Como forma de meditación de atención plena, la conciencia de la respiración ofrece muchos de los mismos beneficios que la atención plena. Entre ellos, la reducción de la ansiedad, la mejora de la concentración y una mayor flexibilidad emocional.

Relajación progresiva

La relajación progresiva, a veces llamada «meditación de escaneo corporal», te anima a escanear tu cuerpo en busca de zonas de tensión. El objetivo es notar la tensión y permitir que se libere.

Algunas formas de relajación progresiva requieren tensar y luego relajar los músculos. Otras te animan a visualizar una ola que recorre tu cuerpo para liberar la tensión.

Este tipo de meditación puede ayudar a promover sentimientos generalizados de calma y relajación, ya que relaja el cuerpo de forma lenta y constante. También puede ayudar con la pai

Meditación Zen

La meditación zen, a veces llamada «Zazen», es una forma de meditación que puede formar parte de la práctica budista. Muchos practicantes del Zen estudian con un maestro porque este tipo de meditación implica pasos y posturas específicas.

El objetivo es encontrar una posición cómoda, concentrarse en la respiración y observar atentamente los propios pensamientos sin juzgarlos.

Meditación trascendental

La Meditación Trascendental es una forma espiritual de meditación en la que los practicantes permanecen sentados y respiran lentamente. El objetivo es trascender o elevarse por encima del estado actual de la persona.

Durante una sesión de meditación, los practicantes se centran en un mantra o en una palabra o serie de palabras repetidas. El maestro determina el mantra en función de un complejo conjunto de factores, entre los que se incluyen a veces el año de nacimiento del practicante y el año de formación del maestro.

Las personas que practican la Meditación Trascendental informan de experiencias espirituales y de una mayor atención.

Cómo meditar: consejos y ejercicios para principiantes

Si vas a comenzar la práctica de la meditación, lo primero que debes hacer es decidir un momento y un lugar que te funcionen. El mejor momento para meditar es, en realidad, aquel en el que mejor puedas priorizarlo. Y el mejor lugar para meditar es donde puedas estar cómodo y distraerte lo menos posible.

Después debes decidir una cantidad de tiempo para meditar. Sobre todo en el caso de los principiantes, es fundamental empezar con sesiones de 3, 5 o 10 minutos, para poder ir aumentando la práctica.

En este proceso, asegúrate de estar sentado cómodamente. Siéntate con las piernas y los brazos sin cruzar, los pies apoyados en el suelo y las manos descansando sobre el regazo o a los lados. Mantén la espalda recta, pero no demasiado tensa. Si lo necesitas, un pequeño cojín o una toalla enrollada pueden ayudarte a mantener la espalda recta.

Decide si quieres que la meditación sea guiada o no. Nuestro consejo es que pruebes una meditación guiada, porque está dirigida por un profesor experimentado que compartirá contigo la mejor manera de empezar a hacerla.

Ejercicio de meditación para principiantes absolutos

Si eres principiante, este ejercicio es una excelente introducción a las técnicas de meditación:

Siéntate o túmbate cómodamente.

Cierra los ojos.

No te esfuerces en controlar la respiración. Simplemente respira de forma natural.

Centra tu atención en la respiración y en cómo se mueve el cuerpo con cada inhalación y exhalación.

Observa el movimiento de tu cuerpo mientras respiras.

Observa el pecho, los hombros, la caja torácica y el vientre. Simplemente centra tu atención en la respiración sin controlar su ritmo o intensidad. Si tu mente se desvía, vuelve a centrarte en la respiración.

Elija un mantra. Durante la meditación, repite el mantra OM o cualquier otra sílaba que te guste para purificar el entorno e invitar a las vibraciones positivas. El canto del mantra afecta al comportamiento psicológico para ayudar a la curación.

Mantenga esta práctica de meditación durante dos o tres minutos y luego inténtelo durante períodos más largos.

Esto es sólo una forma de empezar, porque meditar es mucho más que sentarse en silencio y respirar.

Cuando meditas, estás cultivando esencialmente la conciencia y la compasión. Estás entrenando a la mente para que deje de distraerse fácilmente y se concentre más en el momento presente. Utilizando la respiración como ancla en el momento, simplemente te sientas y aprendes gradualmente a dejar que los pensamientos y los sentimientos vayan y vengan.

Ten en cuenta que es completamente normal si empiezas a meditar y tu mente salta por todas partes. La meditación no consiste en detener los pensamientos. Siéntate y practica para observar tu pensamiento sin dejarte atrapar por tus pensamientos y emociones.

Aprende a domar esta inquietud desarrollando una conciencia para esos momentos en los que tu atención se ha desviado.

Cada vez que notes que estás distraído, toma conciencia y vuelve a centrar tu atención en la respiración.

A través del proceso de meditación, la mente se siente más cómoda con esta idea de sentarse quieto y puedes empezar a aprender a integrar las cualidades experimentadas durante la práctica de la meditación en el resto de tu día.

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