De vez en cuando, es bueno poder admitir algo ante nosotros mismos, algo que va a contracorriente y empuja las fronteras de lo que se espera de nosotros.

De vez en cuando necesitamos un cambio. Un cambio real, una diferencia real… y lo necesitamos en nuestra vida amorosa, el lugar que nos enseñan que es perfecto y que nunca debería necesitar ningún tipo de cambio «real».

Hoy aceptamos que el cambio es necesario, y hoy nos esforzamos para que ese cambio sea positivo y productivo.

Cuando tenemos un tránsito como Venus trígono Marte, estamos viendo el potencial de pura positividad; también estamos viendo una elección. ¿Nos abriremos a la idea de que posiblemente seamos parte del cambio que deseamos ver en nuestras vidas?

Y, si es así, ¿estamos preparados para hacer nuestra esa idea y comenzar el proceso? Podemos admitir libremente que nuestra relación necesita… algo, y será en este día cuando no sólo averigüemos qué es, sino que comencemos los pasos para crearlo así.

Necesitar un cambio en la vida amorosa de uno no significa necesariamente necesitar que se acabe, o necesitar que otra persona intervenga -significa ocuparse de lo que ya hemos establecido y hacer algo al respecto, en lugar de dejar que se convierta en mantillo, como hacen algunas relaciones cuando se dejan desatendidas.

Tenemos que presentarnos en la relación, estar plenamente presentes y llegar a comprender que nosotros somos el cambio. Somos la mejora. Somos un participante en esta relación y no un observador.

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